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El Obispo de Cartagena





                    Queridos hermanos cofrades:                el piadoso  ejercicio  del  Vía Crucis,  y otros  tantos
                                                               momentos  de  oración  y meditación. Se  participa así
                    La celebración de la Semana Santa me ofrece   en la común llamada  a la conversión,  a la que, sin
            esta oportunidad de dirigirme a vosotros con un    duda, nos ayuda vivir con sinceridad,  personal y
            saludo lleno de afecto y cercanía, que quisiera hacer   comunitariamente, el ayuno, la oración y la limosna,
            llegar de modo  particular a todos  los miembros  de   con  una actitud  de mayor  escucha  y acogida  de la
            las hermandades y cofradías de nuestra Diócesis  de   Palabra de Dios, que es capaz de transformar la vida.
            Cartagena y a vuestras familias, así como a todos a   Además, el interés por una formación permanente, así
            quienes puedan llegar estas palabras. A todos os saludo   como un compromiso decidido por la caridad, que se
            con afecto, y para todos pido a Dios su bendición.  manifiesta en obras caritativas concretas, también están
                                                               presentes en muchas hermandades y cofradías.
                    Casi  al  final  del  Evangelio  de  San  Lucas,
            entre sus últimos versículos leemos éste en el que el     Y también aquí, hermanos cofrades, participáis
            evangelista deja escrito el encargo misionero que Cristo   de la misión evangelizadora de la Iglesia.
            confía a sus Apóstoles: “Vosotros sois testigos de esto”
            (Lc 24,48).                                               A  este respecto,  quiero recordar  y quiero
                                                               agradecer nuevamente al Santo Padre, el Papa
                    El momento en el que Jesús pronuncia estas   Francisco,  la  exhortación  que  nos  dirigía  a  toda  la
            palabras, ya ha pasado todo: su pasión, su muerte en   Iglesia en su Mensaje para la Cuaresma del año pasado.
            la cruz y su gloriosa resurrección. Y ese mismo día de   En él nos animaba, entre otras cosas, a no dejar paso
            la resurrección, estando los Apóstoles reunidos, Jesús   en nosotros a “la frialdad que paraliza el corazón”, y
            se presenta en medio de ellos. La alegría de todos es   a que, antes bien, avivemos el fuego de la caridad, el
            inmensa,  indecible.  Jesús  les  explica  que  todo  tenía   “fuego  de  la  Pascua”,  el  amor  de  Cristo  crucificado
            que suceder así. Es el misterio de la redención. Es la   y resucitado, para salir con él al encuentro de los
            historia del gran amor de Dios que, en la muerte y   hermanos que sufren.
            resurrección de su Hijo, ofrece el perdón de los pecados
            y la vida eterna. Sí, ya ha pasado todo. Y, sin embargo,   Por mi parte, también he querido animar
            también ahora es cuando comienza todo. Comienza la   vivamente  a  todos  “a  edificar  nuestro  ser  en  el
            maravillosa aventura de la Iglesia: hacer llegar a todas   cimiento de Cristo, para aprender de Él mismo a amar
            las generaciones la salvación que Cristo nos otorga.  de verdad, entregando la vida a los demás, sirviendo
                                                               en la caridad y dándoles a conocer la alegría del
                    Es la aventura maravillosa de la evangelización.   don de Dios en la santidad”. Así lo he expresado en
            Pues, como bien sabemos, aquellas palabras de Jesús no   la Carta pastoral que he dirigido este año a toda la
            iban dirigidas solamente a los Apóstoles, sino que, en   Diócesis. En ella he puesto igualmente de manifiesto la
            ellos, van dirigidas a la Iglesia de todos los tiempos. En   necesidad que tiene el mundo de cristianos laicos que
            efecto, cada bautizado ha sido llamado por Jesús para   den testimonio explícito de su fe cristiana en todos los
            participar en esta gozosa misión. Dicho de otro modo,   ámbitos en los que se desenvuelve la vida cotidiana: en
                                                               la familia, en el trabajo, en las relaciones sociales, así
            el Señor nos dice también hoy a nosotros:  “Vosotros   como en la enseñanza, la cultura, el arte, la economía,
            sois testigos de esto”.                            la política y, en definitiva, en todos los ámbitos de la
                    Y  vosotros,  hermanos  cofrades,  participáis   vida humana. Pues todo lo que concierne  a la vida
            de diversas maneras en esta misión eclesial. Por un   humana cae dentro del mandato misionero de Cristo.
                                                               Es un gozo inmenso que los laicos conozcan cada vez
            lado, en las procesiones de la Semana Santa. En ellas   más su identidad bautismal, su vocación y su misión en
            ofrecéis  a  la  contemplación  de  todos,  los  principales   el mundo, para que su testimonio cristiano en la vida
            acontecimientos  del Misterio Pascual  de Cristo,   cotidiana, ofrecido con alegría, también sea cada vez
            prolongando y mostrando públicamente en la calle lo   más convencido y eficaz.
            que previamente hemos celebrado juntos en la liturgia
            de nuestras comunidades  cristianas, de nuestras          Y también aquí, hermanos cofrades, participáis
            parroquias. Procesiones que en cada pueblo y en cada   de lleno en la misión evangelizadora de la Iglesia. Sois
            ciudad de nuestra región adquieren matices propios,   muy necesarios en la Iglesia. Vuestra misión es muy
            y sé que en todos los casos lo realizáis entregando lo   importante. Y yo cuento con todos vosotros. Y os animo
            mejor de vosotros mismos, queriendo que todo resulte   a que continuéis en el empeño tanto de formación como
            lo mejor posible. Me consta, asimismo, el trabajo ingente   de vivir gozosamente vuestra vocación bautismal como
            que lleváis a cabo, en muchos casos durante todo el año,   cristianos laicos en la vida de cada día. Pues así el Señor
            trabajo ilusionado y desinteresado que busca siempre   nos lo pide: “Vosotros sois testigos de esto”.
            mejorar las cosas. Y aquí está el resultado: procesiones
            en las que se desborda la fe, la devoción y la belleza,   Os encomiendo  a la protección maternal de   5
            dignas de admiración y agradecimiento.  Y, por mi   la Santísima Virgen María, tan querida y venerada en
            parte, os lo agradezco sinceramente. Procesiones que,   nuestras hermandades y cofradías. Ella que es “Reina
            con su carácter penitencial y de testimonio público de la   y Madre de misericordia”, nos cuida a todos con amor
            fe en nuestro Señor Jesucristo, fortalecen la fe de tantos   de Madre. Ella que alentó y fortaleció a la primera
            hermanos, y en no pocos casos la suscitan, cuando en   comunidad  cristiana en su tarea evangelizadora,
            ocasiones estaba un tanto debilitada u olvidada.   también hoy nos alienta y nos fortalece en el gozo de
                                                               ser discípulos misioneros de su Hijo.
                    Si bien, y por otro lado, también preparáis la
            Semana Santa viviendo intensamente el tiempo previo       Que Dios os bendiga.
            de la santa Cuaresma. Durante estas semanas tienen
            lugar celebraciones litúrgicas, triduos, quinarios, así                   + José Manuel Lorca Planes
            como la celebración del Sacramento de la Penitencia,                            Obispo de Cartagena
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