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Fernando Gutiérrez Reche, Hermano de Una sección que nunca falta: “Las proce-
Honor de la Agrupación y capellán marrajo, res- siones de hace un siglo”. Retrocedemos hasta la Se-
ponde en su colaboración a la pregunta que for- mana Santa de 1918, gracias a la información escue-
mula en el título: “¿Por qué Jesús es llamado Prín- ta pero harto expresiva que ofrecía a sus lectores de
cipe de la Paz?” Primero nos relata la perplejidad entonces, y a los de ahora, El Eco de Cartagena: la
de unos peregrinos californios y marrajos a Tierra brillantez, el orden y la admiración que suscita la
Santa, un escenario de guerra y desencuentro entre procesión california del Miércoles Santo.
personas de razas, religiones e ideologías diversas.
Luego nos contesta: Jesús es Príncipe de la Paz por- Y hace 50 años, entre otros hechos, se tri-
que vino a establecer la reconciliación del ser hu- butaba homenaje a la mujer procesionista. Ya era
mano con Dios. hora, sentenciaba Luis Linares.

Se nos ofrece la trascripción de la pre- Ángel Julio Huertas traza la crónica anual
sentación que realizara eficazmente mi colega de lo acontecido en la agrupación. Cuantos le co-
cronista de Cartagena, Juan Ignacio Ferrández nocemos sabemos de su rigurosidad y solvencia,
García. El acto tuvo lugar en este mismo salón como dejó de manifiesto en su pregón de la Sema-
de la Fundación CAM, gratamente acogedor. En na Santa 2018, celebrado hace apenas una semana.
este punto he de confesaros que ante mi inquie-
tud por vuestro encargo de ejercer de presenta- Rafael Manuel del Baño Zapata, Mayordo-
dor me habló Juan Ignacio de manera enfática mo cronista y archivero de la cofradía california,
de vuestra proverbial hospitalidad. Lo cual fue documenta el culto en dicha hermandad, aspecto
reconfortante. no muy desarrollado en publicaciones anteriores.
Este historiador forjado en los archivos apunta que
La madrina del tercio infantil, Eva Albu- en el año 1768 celebran 574 misas a beneficio de los
querque Sánchez, en carta abierta y manuscrita, que se encontraban en pecado mortal. Cada herma-
nos expresa su sentir cofrade y nos manda un beso no contribuía con un real para acometer dicho gas-
a todos. De seguido, en la sección “Nuestros más to, asimismo se hacían cargo de las limosnas que
pequeños”, hace lo propio Jesús Segarra. La cante- se entregaban a aquellos pobres que asistían a las
ra, presente. ceremonias. Se celebran sufragios en favor de per-
sonas importantes y otros actos de culto por la con-
Ernesto Ruíz Vinader evita que la niebla versión de los pecadores, especialmente mujeres de
del olvido nos aleje de aquellos que fueron un mala vida. Misas que tendrán lugar en la Casa de
día Hermanos Mayores. En esta ocasión aborda las Recogidas. Incluso en algunas ocasiones desti-
el mandato de José Vidal y Alarcón, posiblemente nan fondos para la celebración de matrimonios de
lo fuese entre 1875 y 1878. Años en los que Car- algunas de estas mujeres.
tagena era una ciudad desmoronada como conse-
cuencia de la ofensiva del Gobierno durante la su- “Una banda, un sonido, una ilusión” está
blevación cantonal. De hecho, en 1875 no salieron firmado por José Antonio García Martínez “Qui-
procesiones y al año siguiente solo lo hicieron los llo”, presidente de la asociación juvenil de tam-
marrajos. bores “Quillo”, creada en 2003 por su padre José
Antonio García Molero “Quillo”, persiguiendo
Páginas más adelante este mismo autor que el tambor, tan ligado al ámbito castrense y a
indaga en la figura de José Lescura Sánchez, Her- las procesiones, siga latiendo como corazón de las
mano Mayor californio entre el XVIII y el XIX, re- mismas.
velando la escasez de datos sobre su paso por la
cofradía. Fue presbítero y camarero de la Virgen de Se cumple este año el 120 aniversario de
la Caridad. la incorporación de los fusiles a la Semana Santa

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